En la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025, la FIFA aplica un sistema de desempate escalonado y riguroso, que combina criterios deportivos con estadísticas acumuladas y, en última instancia, elementos aleatorios. 

Este mecanismo es conocido como sistema olímpico, ya que replica el modelo utilizado en torneos de selecciones de los Juegos Olímpicos.

La FIFA prioriza primero los resultados entre los equipos empatados (criterios llamados “head-to-head”) y luego avanza hacia datos generales. En caso de no poder definir la clasificación con goles o disciplina, se recurre al sorteo.

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Criterios de desempate en el Mundial de Clubes

Cuando dos o más equipos del mismo grupo finalizan con la misma cantidad de puntos, se aplica la siguiente secuencia:

Mayor cantidad de puntos entre los equipos empatados.

Diferencia de goles en los partidos entre esos equipos.

Goles marcados entre los equipos en cuestión.

Si persiste la igualdad, se consideran:

Diferencia de goles general en todos los partidos del grupo.

Cantidad total de goles marcados.

Conducta deportiva (fair play), según un sistema de puntos por tarjetas: Tarjeta amarilla: -1 punto Doble amarilla: -3 puntos Roja directa: -4 puntos Amarilla y roja directa en el mismo partido: -5 puntos

Solo se computa una sanción por jugador o técnico por partido.

Sorteo de la FIFA, si todo lo anterior no permite definir posiciones.

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Este reglamento fue clave en varias definiciones cerradas en la edición 2025, y tanto River como Boca siguieron con atención las variables en su camino a octavos.

Este mecanismo, que privilegia el juego limpio y el rendimiento directo entre equipos involucrados, aporta transparencia y objetividad a las fases preliminares del certamen, aunque no deja de lado el factor azar si todo lo demás falla.