El bar surgió cuando Martín y un amigo vieron la casa donde se emplaza actualmente el emprendimiento y tomaron la decisión de convertirlo en un establecimiento gastronómico.

Esto ocurrió en plena pandemia, con la cual la presión de comenzar algo nuevo se sumó a todo lo que ocurría en nuestro país y el mundo en ese momento.

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Pese a las dificultades, los resultados están a la vista: T. de Alvear tiene una atmósfera singular que atrae tanto a turistas como a locales, cuenta con una amplia carta para los amantes de la gastronomía y sus bartenders están listos para cualquier tipo de pedido (además de ofrecer tragos de autor, distintivos del lugar).

Las recetas propias son la especialidad de Cristian, que mostró a Silvina todo el proceso y contó cómo le da un giro distinto a opciones clásicas.

Además del tradicional fernet, que nunca falla, aparecen elementos llamativos como espuma de frambuesa, para agregar un toque frutal suave, o flores decorativas que complementan el trago y lo hacen atractivo no solo al gusto sino también a la vista.