Jean Carlos, un ícono de la música en Córdoba, dialogó sobre la vida misma con Vane y Mati en Desde La Popular.

Recién llegado de una cita con el dentista, marcó que siempre se ocupó de su salud. Por eso entrena, come sano y cuida su característico cabello. "A través del tiempo fui cambiando el atuendo, con una onda más juvenil", agrega.

Sobre su capacidad para bailar, aclaró que si bien es un rasgo de la mayoría de los dominicanos, también tiene amigos "pataduras". "Parecen esos americanos gringos que no mueven la cintura ni locos", bromeó.

Pero la ciudad que lo adoptó, dijo, no se queda atrás: “El cordobés baila bien, eso no se puede quitar nunca. En la sangre tiene la música, tiene el cuarteto”.

Respecto a los múltiples escenarios por los que ha pasado a lo largo de su vida, destacó dos: Las Palmas, porque allí debutó, y un show que organizó el evangelista Luis Palau, que tenía "casi 50 metros por cincuenta". En esa ocasión, aseguró, tocó frente a más de 400 mil personas en el primer día del espectáculo, y más de 500 mil en el segundo.

Al reflexionar acerca de su carrera en Córdoba, expresó: "Hetenido altas y bajas. El hecho de estar en un movimiento que no conocía...me tuve que adaptar. Era estar solo y remarla a través del tiempo".

El quiebre con Trulala, afirmó, fue lo que más le costó. "La pasé bien pero al final no era feliz. Se volvió un ambiente muy competitivo, había diferencias con algunos. Creo que por eso fui el que menos duró en Trulala", resaltó.

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y concluyó: "Me tuve que ir no porque quisiera ser solista sino por una cuestión de paz".

Finalmente, se emocionó al recordar su nuevo single, "Préstame a mi padre", porque el tema lo lleva al pasado en el tiempo, al momento en que tuvo que decidir no volver a su patria natal, porque su carrera ya estaba en Córdoba, por lo cual no volvió a ver a su papá.

El Rey del Mambo se presenta esta noche en el Club Bomberos de la ciudad de San Francisco.