En barrio Cerro de las Rosas de Córdoba vive un labrador llamado Otto. Este perro, propiedad de Paul, un vecino de la zona, se ha convertido en más que una simple mascota: es un verdadero compañero de vida y un héroe local. "Otto es un campeón, es mi compañero de vida", declara Paul con orgullo en una entrevista con Cadena 3.

La rutina diaria de Paul y Otto es un testimonio conmovedor de la relación única entre humanos y animales. El hombre comparte su vida con Otto y su hermana Rubia, otra adorable perra que completa esta familia singular. "Él es un genio. Vive conmigo y con Rubia. Me acompaña en todo", expresa Paul, reflejando un amor incondicional y una profunda conexión con sus perros.

Lo que hace especial a Otto no es solo su lealtad, sino su habilidad para realizar una tarea que sorprende y conmueve a todos los que la conocen: hace los mandados. Paul ha logrado enseñarle a ir al bar del barrio a comprar criollos. "Pongo una bolsita con la plata y con un papelito, y me va a comprar al bar, que queda a media cuadra. Y en el negocio ya lo conocen", relata con una mezcla de orgullo y asombro.

El perro, con su bolsita en el hocico, es recibido con cariño por los empleados, quienes le dan un pedacito de criollo como premio antes de prepararle el pedido. "Después le ponen una factura y un poquito de criollito, y se viene acá con la factura calentita", narra Paul.

Cuando se le pregunta si el pedido siempre llega completo, el hombre sonríe y responde con confianza: "No, no, para nada. Acá liga un poquito más también, porque te lo pide".

La historia de Paul y Otto no es solo una anécdota adorable; es un recordatorio del inmenso cariño y la lealtad que los animales pueden ofrecer. "Yo siempre digo que tengo cuatro hijos. Pero los dos de cuatro patas que tengo conmigo son geniales", concluye Paul.

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Informe de Emanuel Manitta.