La balacera contra la base de la Tropa de Operaciones Especiales en Rosario del 20 de enero pasado y la muerte del juguetero Miguel Majlin del último 3 de febrero se encontrarían vinculadas. Esta semana, en el Centro de Justicia Penal, Víctor Almaraz fue acusado por el homicidio en ocasión de robo de Miguel Majlin, de 84 años, y el robo del coche con el que luego se cometería el atentado contra el establecimiento.

Almaraz, de 26 años, es hermano de un sicario a quien las crónicas policiales identificaron como “Milanesa”, que se encuentra condenado por varios delitos, entre ellos, haber disparado en el rostro a una niña de 4 años. El joven fue detenido la semana pasada.

Según la reconstrucción del fiscal Patricio Saldutti y Homicidios de la PDI, el 3 de febrero el juguetero estaba por subir a su Ford EcoSport en la zona de Mendoza y Río de Janeiro cuando Almaraz se le apareció por sorpresa. Tras algunos forcejeos y golpes, el delincuente logró meterse en el asiento del conductor e hizo bajar a la esposa de Miguel, de 81 años, quien se encontraba en el asiento del acompañante. Majlin quedó colgado de la puerta cuando el imputado arrancó. El jubilado cayó y golpeó su cabeza contra el piso.

Horas más tarde, cuando el hecho tomó trascendencia, la camioneta apareció abandonada, y en su espejo retrovisor la huella del delincuente. La pregunta que se hacen los investigadores y que inquieta a la seguridad pública tiene que ver con el destino que tenía preparado para ese vehículo: ¿una balacera o un hecho similar de gravedad institucional?

Esa incógnita se desprende de la otra imputación que recibió Almaraz, donde el fiscal Pablo Socca reveló que sustrajo un auto al voleo con el que luego se realizó la inédita balacera contra la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), un acto del que nunca antes alguien se había animado. Allí se dejó una nota amenazante contra el gobernador Maximiliano Pullaro el 20 de enero.

Según pudo reconstruir el fiscal del Ministerio Público provincial a través de registros fílmicos, un día antes el joven recorrió varias cuadras buscando la oportunidad para hacerse de un coche cuando llegó a la zona de Sucre y Marcos Paz, a ocho cuadras de donde ocurrió el crimen de Miguel, y divisó una mujer que había bajado de una Volkswagen Suran con su hija.

Sin dudarlo, Almaraz se precipitó al coche y se lo llevó a toda velocidad, tomando la calle Gutenberg a contramano. Horas más tarde, la dueña del coche vería en las distintas crónicas policiales cómo su auto, característico por llevar un portatutto negro en el techo, se encontraba vinculado al ataque contra la oficina de la fuerza.

La Volkswagen Suran apareció quemada cuatro días después.

Filmaciones de cámaras en barrio Echesortu y otras medidas fueron claves para identificar a Almaraz. El 5 de febrero, identificado y ubicado, las propias TOE dieron con él en la puerta de la casa de su novia en Bordabehere al 4900 cuando llegaron para allanar.

La investigación ahora continuará sobre los contactos del delincuente y la sospecha de que, posiblemente a pedido de convictos, se dedicaba a robar autos para bandas que realizaran distintos hechos, algunos muy graves. Lo que nadie sabe, por ahora, es cuál era el objetivo al quedarse con el auto de Majlin. Hasta el momento, no fue vinculado a ninguna organización.