Los Indiana Pacers lograron una victoria contundente frente a los Oklahoma City Thunder, con un marcador de 108 a 91, convirtiéndose en los locales durante el sexto partido de las finales de la NBA.

El equipo de Oklahoma tuvo la oportunidad de consagrarse campeón, un título que no obtiene desde 1979, pero la actuación excepcional de los Pacers les llevó a forzar un séptimo y definitivo partido.

El encuentro que decidirá al nuevo campeón de la liga se llevará a cabo el próximo domingo 22 de junio a las 21 (horario argentino), en el Paycom Center, el hogar de los Thunder.

En un partido que se perfilaba para ser la consagración de Oklahoma, el equipo liderado por Shai Gilgeous-Alexander no pudo sobrellevar la presión, resultando en un desempeño por debajo de sus posibilidades.

El primer cuarto se caracterizó por una fuerte paridad, donde Indiana se alzó con una ventaja de tres puntos; sin embargo, el segundo período resultó clave: los Pacers ampliaron la diferencia a 36-17 y cerraron la primera mitad con un contundente 64-42.

Con el apoyo incondicional de sus seguidores, que llenaron el Gainbridge Fieldhouse y lo pintaron de amarillo, los Pacers exhibieron un gran juego, atacando a una velocidad insostenible para los rivales y con una defensiva sólida que bloqueó la mayoría de las ofensivas de Oklahoma City.

La superioridad de los locales continuó en el tercer cuarto, aumentando la ventaja en ocho puntos adicionales; sin embargo, el último período maquilló el resultado final, ya que el técnico Rick Carlisle optó por dar descanso a sus jugadores principales, permitiendo que los Thunder recortaran 13 puntos y finalizaran con un marcador de 108 a 91.

Las estrellas de Indiana fueron el ala-pívot camerunés Pascal Siakam, quien logró un doble-doble con 16 puntos y 13 rebotes, y el suplente Obi Toppin, que contribuyó con 20 puntos y seis rebotes. Por su parte, el pivot Myles Turner, uno de los más destacados, tuvo un rendimiento irregular, finalizando con solo tres puntos y cuatro rebotes, además de un 11% de efectividad en sus tiros.

Gracias a esta victoria, Indiana forzó un decisivo séptimo partido, aunque enfrentará el reto de definir el título como visitante, con estadísticas poco favorables: en la historia de la NBA, solo 20 finales llegaron a un séptimo juego, siendo el visitante triunfador en sólo cuatro ocasiones.

Este domingo 22 de junio, a las 21:00 horas, la historia del baloncesto se escribe en un escenario donde ambas franquicias buscarán poner fin a largas sequías: Indiana no ha levantado un trofeo desde 1973, en la época de la American Basketball Association, mientras que los Thunder no celebran desde 1979, cuando aún competían en Seattle como los SuperSonics.