Venus y Adonis

Mito eterno

El amor y la muerte en Tiziano La obra 'Venus y Adonis' revela la tensión entre deseo y destino en el arte del siglo XVI.

19/06/2025 | 23:07 | El cuadro de Tiziano, encargado por Felipe II, representa la tensión entre amor y muerte. Venus, en su desesperación, intenta retener a Adonis, quien se enfrenta a su trágico destino. Una obra que trasciende el tiempo.

Una mujer desnuda, de espaldas, intenta retener con fuerza a un joven que parte con sus perros a cazar. No es una escena común para el siglo XVI. La mujer es Venus, la diosa del amor; él, Adonis, el joven más hermoso del mundo, que según la mitología moriría ese mismo día. Así, con fuerza y dramatismo, Tiziano pintó en 1554 uno de sus cuadros más famosos: 'Venus y Adonis', una obra que no solo rompió moldes artísticos, sino también culturales.

La pintura fue encargada por el rey Felipe II de España como parte de una serie de obras mitológicas que el artista veneciano llamó 'Poesías'. En ellas, la belleza, el deseo y la muerte se entrelazan con maestría. En esta pieza, Tiziano no presenta a Venus como una musa pasiva, sino como una mujer que actúa, que ama con desesperación y que presiente el destino trágico.

El cuadro, de gran formato, muestra a Venus completamente desnuda, de espaldas al espectador, en una pose que fue considerada provocadora para su tiempo. A diferencia de otras representaciones más idealizadas, Tiziano elige una escena cargada de movimiento y tensión emocional: Adonis se resiste a quedarse, mientras Venus lo sujeta, sabiendo que camina hacia su muerte.

La historia proviene de las 'Metamorfosis' de Ovidio, un texto clave del mundo clásico. En el mito, cuando Adonis muere por la embestida de un jabalí, Venus convierte su sangre en una flor: la anémona, símbolo de la belleza efímera. Esa idea –la belleza y el amor como algo intenso, pero fugaz– atraviesa toda la obra.

El cuadro fue restaurado en 2014, lo que permitió recuperar los colores y detalles originales, antes ocultos por barnices oscurecidos. Hoy se puede ver en el Museo del Prado de Madrid, donde también se conserva una versión posterior del mismo tema, pintada por Veronés, que muestra el instante anterior: los amantes abrazados, aún ignorantes de su destino.

Existen otras cinco versiones similares del cuadro, distribuidas entre museos de Estados Unidos, Reino Unido y colecciones privadas. La única firmada completamente por Tiziano es la del Prado, y aún conmueve por la fuerza con la que representa algo tan humano como el deseo de retener a quien amamos, aún sabiendo que el tiempo –como Adonis– siempre se va.