Una vez más, Abel Pintos hizo de Rosario un lugar de encuentro y emoción. El cantautor se presentó este sábado en el Salón Metropolitano ante un público entregado que lo ovacionó durante todo el show. Con una duración cercana a las dos horas, el recital fue una experiencia intensa y sensible, donde se celebró la música, el amor y la memoria compartida.
Pasadas las 21, el artista subió al escenario e inició la noche con "De repente", de Soraya, marcando desde el primer acorde la tónica del concierto: emoción profunda, interpretación cuidada y una calidad sonora impecable. Lo acompañó una puesta escénica potente, con luces y visuales que complementaron cada canción.
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Espectáculos Como parte de una campaña ambiental regional, el artista –que este fin de semana ofrecerá dos shows en la ciudad- hizo esta actividad por segunda vez impulsado por la empresa John Deere.
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Un repertorio lleno de historia
Durante el espectáculo, Abel recorrió gran parte de su carrera: desde clásicos como "Motivos", "La llave" y "De solo vivir", hasta piezas más recientes como "Piedra libre". El público coreó cada letra, muchas veces de pie, transformando la noche en una fiesta compartida de música y sentimiento.
Esta presentación forma parte de la gira nacional de Abel Pintos, en un año marcado por grandes hitos. En paralelo, el artista atraviesa una etapa especial con el lanzamiento de su reciente disco "Alta en el cielo", grabado junto a la Orquesta Académica del Teatro Colón, donde reinterpreta canciones patrias con una sensibilidad única.
Antes del plato fuerte, Mercedes Borrel fue la artista encargada de abrir el escenario y calentar el ambiente, mientras el público colmaba el salón con expectativa y entusiasmo.
Ya con el Metropolitano repleto, Abel expresó sus primeras palabras con gratitud: habló de la "gran familia" que se forma en cada concierto, donde desconocidos se abrazan para reír, llorar y cantar juntos.
Este domingo será la segunda función de Abel en Rosario. Las entradas están prácticamente agotadas y se espera nuevamente un Metropolitano lleno, con miles de voces listas para acompañar cada canción.