Thomas Romo y el paciente Conrado Ramón Estrada.

Para imitar

El gesto de un cirujano que cambió la vida a un pintor

29/12/2021 | 10:58 | "Dios envió un ángel", aseguró Estrada, el trabajador que pinta casas. Un encuentro casual con el doctor Thomas Romo le cambió la vida para siempre.

Conrado Ramón Estrada, un hombre de 57 años y pintor de casas, se encontró con un director de cirugía plástica reconstructiva facial, Thomas Romo.

El hombre le contó el padecimiento de su vida por sufrir de rinofima, una rara enfermedad que causa un engrosamiento de la piel con granos y con hoyuelos en la punta de la nariz debido al agrandamiento de las glándulas sebáceas. 

La enfermedad avanzó a tal punto que desfiguró su nariz. Creció tanto que le impedía respirar bien, roncar por las noches y le causaba molestia al comer o hablar. “Había llegado a mis labios y cada vez que comía un bocado tocaba la cuchara”, dijo Estrada al periódico New York Post. 

Estrada, desde antes de la pandemia, se había acostumbrado a usar barbijo para evitar mostrar su nariz ya que todo el mundo se le quedaba viendo fijamente. "Los niños les preguntaban a sus madres qué me había pasado, y yo lo solucionaba usando una mascarilla todo el tiempo", relató.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

El pintor había pasado seis años de médico en médico tratando que alguien le dé una solución. Pero para su tipo de afección la única solución era una operación y de ese modo encoger su nariz.

La rinofima por lo general, comienza a desarrollarse en la mediana edad y puede crecer sin control en ausencia de una intervención quirúrgica. "Esto tiene que estar afectando su vida", contó Romo sobre lo que pensó al ver a Estrada, "su relación con otras personas … y su capacidad para conseguir trabajo, y su autoestima".

Y añadió: "No mucha gente sabe cómo solucionar este problema y el seguro médico no necesariamente lo cubre".

Cuando se vieron el doctor lo abrazó y le dijo: "''Te voy a ayudar''". Así fue como en un par de semanas Romo operó a Estrada y el cambio fue impresionante. Dejó de sufrir y tapar su rostro. "La confianza hace una persona mejor y más productiva en la sociedad”, dijo al respecto el doctor.

Por su parte Estrada contó que la reacción de sus allegados fue enorme. "Creo que Dios sintió que un ángel me cuidaba, y así es como veo al Dr. Romo", cerró el pintor.