"El Millonario" y "El Xeneize" decepcionaron en el torneo.

Eliminados en primera ronda

River y Boca dejaron en evidencia las mentiras de Chiquilandia

26/06/2025 | 19:19 | La actuación de ambos equipos desnudó la gran mentira del presidente de AFA, Claudio Tapia. 

Jorge Parodi

Todo cabe a la hora de rotular esta participación de los equipos más populares de nuestro país en este nuevo torneo: se puede hablar de fracaso, de papelón o de decepción.

También se puede ser más contemplativo y afirmar que no se lograron los objetivos, que carecieron de jerarquía, de competitividad o bien decir que fue más de lo mismo que venían mostrando previamente.

En definitiva, admitir con alguna resignación que es lo que hay.

Lo concreto, lo cierto, lo evidente es que la actuación de River y Boca en este Mundial de clubes desnudó la gran mentira del presidente de AFA, Claudio Tapia.

La realidad del fútbol de nuestros clubes y de nuestros campeonatos, fulminó la recurrente coartada del fútbol de la Selección de los campeones del mundo, para justificar lo injustificable.

Tapia dice que nuestros torneos de 30 equipos son competitivos y marcan tendencia en el mundo.

El presidente de AFA esgrime como ejemplos la mayor cantidad de equipos que jugarán el próximo Mundial o en la Champions y el triunfo de Central Córdoba de Santiago del Estero sobre el Flamengo en el Maracaná, en fase de grupos.

Sólo que olvida que de los últimos 12 clubes que llegaron a la final de la Copa Libertadores, 11 fueron brasileños (6 fueron campeones) y sólo 1 argentino (subcampeón)

Tapia afirma también, que la mayor cantidad de futbolistas en el certamen de la máxima categoría, les brinda la oportunidad de ser buscados desde las ligas más importantes del mundo, esas que sólo tienen 20 o menos equipos.

Las comparaciones suelen ser odiosas, pero deja de lado algún pequeño detalle:

Según FIFA, Desde 2022, Brasil con su Brasileirao y su certamen de 20 equipos, vendió 5880 futbolistas, contra 3019 Argentina, granero del mundo del fútbol e inventor de los torneos multitudinarios

Una diferencia de 2861 futbolistas negociados al exterior a favor de Brasil, que termina con cualquier discusión.

El producto “fútbol argentino” iguala para abajo en calidad. La mediocridad es el común denominador. Los arbitrajes son impresentables y sospechosos. La violencia no es noticia. Se cambian las reglas en medio de los campeonatos. Los descensos y ascensos se ponen y sacan a discreción. La puesta de escena en algunos estadios es lamentable. Los premios de la televisión y de los torneos son insuficientes.

Los dirigentes de los clubes son obedientes “levanta manos” seriales.

Aquellos que se salen del libreto de AFA son ajusticiados sin piedad a través de las redes por el talento literario del secretario ejecutivo y ejecutante Pablo Toviggino , sumado al criterio “equitativo” del Tribunal de Penas ( o que da pena) y de los árbitros ( o soplapitos arbitrarios) del poder.

La Selección campeona del mundo es un oasis en medio del desierto.

La excepción a la regla general. El gran acierto de Chiqui Tapia, asesorado por el recordado César Menotti, que fue sostener a Lionel Scaloni y su cuerpo técnico.

En el mundo de fantasía de Tapia, la Selección es lo único valedero y real. Campeones del mundo, dos veces campeones de la Copa América, clasificados al próximo Mundial, es el lugar donde Messi es feliz y nos hace felices a todos.

Puertas adentro la gran discusión es SAD o no SAD, donde lo político pesa más que los argumentos a favor o en contra.

En ese contexto no es una novedad, sino una consecuencia, la actuación de nuestro fútbol a nivel de clubes en el Mundial, ni que haya perdido supremacía a nivel continental a manos de Brasil.

En Estados Unidos se elogió el fervor y se destacó el aliento conmovedor de los hinchas, principalmente de Boca y también de River en ambas costas.

Claro, no debemos olvidar que son clubes de fútbol y no clubes de hinchas.

En lo estrictamente deportivo, sin profundizar en algunas particularidades de cada uno, River y Boca mostraron el certificado de decadencia de nuestro fútbol de cabotaje.

El brillante presente de nuestra Selección, en uno de sus mejores momentos de su historia, no debe tapar una realidad que saltó a la vista de todos en este Mundial de clubes.

Sin creernos los dueños de la verdad absoluta, debemos combatir las mentiras evidentes.

Claudio Tapia, nos proclama su mundo, su Chiquilandia, donde lo único real es la Selección. Fronteras hacia adentro el fútbol argentino hace agua por todas partes.

El Mundial de clubes lo puso en evidencia. River y Boca aportaron las pruebas.

Como decía el gran Nano Joan Manuel Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.